21 de diciembre de 2019
¿Podré algún día volver a saborear la comisura del sol naciente?
Y no, no me embriagué como antaño, ni de amor, creación o vino, solo contemplé embelesada aquel nacimiento como la primera vez, ¡mis dedos tuvieron la dicha de volver a tocarlo!...
Oh, gran maestro, podemos descansar pues se nos ha dado nueva vida.
A veces me siento condenada en ésta rutina, dormir de noche, vivir de día y los días son largos, las noches cortas, sin embargo mi día no es de día, ni mi noche de noche, nada parecer cambiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario