04 de marzo de 2020
Oh, gran maestro, ¿por qué no respondes a mi voz? ¿Acaso te has olvidado de mí?
Me encuentro en este yermo dando pasos inconcretos, me siento cegada y no sé mi camino, no sé mi rumbo. Quiero seguirte sin embargo no se a dónde has ido. ¿A dónde ha ido tu voz?
Se que estás aquí por lo que me es difícil entender tu silencio.
Te entrego mi corazón y mi alma como un infante, tómame cómo tú creación perfecta, así como yo lo hago con lo que me muestras. Eres tan bueno, te amo tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario